La contraetiqueta de vino

Elemento clave en el diseño

En Lucha Estudio, sabemos que el diseño de una etiqueta de vino no se limita a lo que vemos en la parte frontal. La contraetiqueta juega un papel crucial en la presentación de un vino, no solo desde un punto de vista normativo, sino también como una oportunidad de generar confianza y conectar con el consumidor.

¿Qué información debe incluir una contraetiqueta?

La contraetiqueta está diseñada para proporcionar al consumidor toda la información relevante sobre el vino que está comprando. A continuación, detallamos los elementos que comúnmente se incluyen:

  • Marca o nombre comercial: El nombre del vino o marca es esencial para que el consumidor identifique el producto.
  • Denominación de origen (DO): Este es uno de los aspectos más importantes de la contraetiqueta. La DO asegura que el vino proviene de una región específica con características de producción reguladas, como “Rioja”, “Ribera del Duero” “La Mancha”, o indicaciones geográficas protegidas como “Vino de la Tierra de Castilla”. Esto aporta un nivel de confianza y prestigio al producto.
  • Tipo de vino: Detalla si el vino es tinto, blanco o rosado, y su nivel de envejecimiento, como joven, crianza, reserva o gran reserva.
  • Añada (Año de cosecha): No todos los vinos especifican la añada, pero en los de mayor calidad es común ver el año en que se cosecharon las uvas. Esto permite al consumidor comprender mejor el carácter del vino.
  • Recomendaciones de consumo: Algunas contraetiquetas incluyen sugerencias sobre la temperatura óptima de servicio y los maridajes recomendados. Estas recomendaciones mejoran la experiencia del consumidor, guiando sobre cómo disfrutar el vino de la mejor manera posible.

Contraetiqueta de Fuente del Ciervo Edición Especial

  • Bodega productora: La contraetiqueta también debe incluir el nombre y la ubicación de la bodega responsable de la producción. Esto añade un toque de autenticidad y transparencia al producto.
  • Volumen de la botella: El tamaño de la botella se expresa generalmente en mililitros (ml). El formato más común es de 750 ml, pero también existen otras variantes como botellas de 375 ml o de magnum (1.5L).
  • Grado alcohólico: El porcentaje de alcohol por volumen (ABV) suele ser un dato crucial, ya que informa al consumidor sobre la potencia del vino. Generalmente, los vinos oscilan entre el 11% y el 15%.
  • Certificación y sellos de calidad: Algunos vinos incluyen sellos que certifican su calidad, como el sello de “Vino Ecológico”, lo cual añade valor adicional y responde a la creciente demanda de vinos sostenibles y producidos de manera responsable.
  • Información sobre alérgenos: Las normativas alimentarias exigen que se informe sobre la presencia de sulfitos u otros posibles alérgenos, para garantizar la seguridad del consumidor.
  • Número de lote: Un detalle obligatorio que garantiza la trazabilidad del producto. Este código permite rastrear el vino desde su producción hasta su venta, asegurando un control de calidad eficaz.
  • Código QR: En un mundo cada vez más digital, la mención obligatoria de códigos QR en la contraetiqueta permite a los consumidores acceder a información adicional, como la lista de ingredientes o las declaraciones nutricionales del vino.
  • Código de Barras: El código de barras es imprescindible para identificar el vino, permitiendo un fácil rastreo del producto en sistemas de distribución, y ofreciendo más información sobre el productor, tipo de vino y añada.

El Rol del diseño en la contraetiqueta

En Lucha Estudio, entendemos que la contraetiqueta no debe ser solo funcional, sino también estéticamente atractiva. Este espacio es una extensión del diseño de la etiqueta frontal, y debe estar alineado con la identidad de la marca y la experiencia que el vino quiere transmitir. Un diseño limpio y organizado facilita que el consumidor encuentre toda la información necesaria, a la vez que refuerza la imagen de calidad y profesionalidad del producto. Utilizar colores y tipografías que complementen el diseño frontal es clave para mantener la coherencia visual de la botella. Asimismo, el uso de tecnologías como el código QR añade un toque moderno, permitiendo una interacción más directa y completa con el consumidor.

En Lucha Estudio, creamos contraetiquetas que no solo cumplen con las normativas, sino que también son herramientas poderosas para comunicar la esencia de cada vino.
Si estás buscando un diseño de etiquetas que equilibre funcionalidad y estética, contáctanos. En Lucha Estudio, trabajamos para que cada detalle de tu producto se convierta en una experiencia memorable para el consumidor.
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